lunes, 20 de marzo de 2017

Calçotada 2017 al Pavelló I de Sant Fost, organitzada pel C.H. Sant Fost

Organizarse es importante.......



Como Cada año...... los miembros de la junta de un club de balonmano del Vallés Oriental, se empecinaron en que todos disfrutásemos de lo lindo con una especie de comida campestre, realizada dentro de la ciudad, con una dieta mediterránea, además de un día superprimaveral, la última jornada de un largo invierno....., aunque quizás debería enseñar una foto correspondiente a la que se realizó la temporada pasada. En aquella barbacoa se rebasaron las previsiones y faltaron mesas, sillas, vamos de todo menos gente.



Calçotada 2016



Así pues, el domingo 19 de marzo del 2017, era el día que la junta directiva del C.H. Sant Fost había designado para realizar la "Calçotada" anual.
Climatológicamente un acierto. El último día del invierno amaneció primaveral. Un increíble cielo azul intenso nos cubría. Ni tan siquiera el viento hizo acto de presencia, se escondió en el mismo lugar que los administradores del bar del Pabellón I. Ante esta tesitura, los organizadores hicieron una previsión acertada de todo aquello que podría hacer falta. Por eso siempre digo "organizarse es importante". Consecuentemente, los miembros de la junta y algunos allegados se encargaron de las diferentes tareas a realizar. Unos de las compras en general, otros de los imprescindibles Calçots, alguno de la necesaria bebida, del hielo, algunas se acordaron de los postres y sobretodo, y que nunca falten, las butifarras de Can Magret.
Ante todo debemos tener bien claro que no es fácil preparar 1500 calçots (en realiadad desconozco cuántos se hicieron, pero cuando vi el remolque lleno de esta especie de ajitos tiernos, me quedé helado). El bueno del Tari, había estado guardando cajitas de madera que servirían para quemar la preciada cebolleta, luego habría que envolverlas en papel de diario para conservar la temperatura. Estaba claro que de la salsa alguien se tendría que encargar, como siempre esta delicada tarea se realizó con maestría, enfatizando, para dejar muy clarito que, según los expertos, la salsa habría sacado una nota muy alta. Un equipo bien entrenado colaboraba en los preparativos, Iván, Tarifa, Micky, Safa, Enrique, Pino, Amadeu que además de trabajo, aplicaba sabiduría, intendencia más la dirección, y Angel Costa que se aseguraba, entre anécdota y anécdota, que todo el mundo trabajase por igual. Además había que poner las mesas, las sillas, las mantelerías de papel. Todo tenía que estar en situación de revista cuando empezasen a llegar los inscritos (más de 100 personas), amigos y colaboradores del club, así como jugadores, ex-jugadores, autoridades y algún amante de la comida tradicional catalana. El teimpo, la gente, las viandas, la bebida, en fin, todo estaba preparado para el festín, sólo faltaba el grupo de reporteras gráficas encargadas de testimoniar fotográficamente el evento. Fue pensar en ello cuando aparecieron, de modo que vinieron pronto y pudieron documentar las tareas realizadas....... Al menos eso me dijeron.

Quisimos darle envidia a nuestros amigos valencianos de Puerto de Sagunto. Les enviamos una foto con nuestra "Falla Particular" ......

En la foto se puede observar al club del sombrero de Paja junto a los restos del elemento pirotécnico.


A partir de las 13.00h los aledaños del pabellón empezaban a ofrecer un buen ambiente. Durante la mañana fueron unos cuantos los que se acercaron preguntando dónde se jugaba un partido de fútbol sala; parece ser que a algunos no les llegó la rectificación de última hora, por lo que muy amablemente fueron redirigidos al pabellón II.
Uno de los primeros en llegar fue Alfons. Para entonces ya no quedaban "Barrets de palla". Como siempre se brindó a colaborar. Se reencontró con viejos amigos, y cogió el testigo de la charla de Angel Costa. No fue el último, un par más no se libraron de los sabios comentarios del maestro. Debo escribir con todas las letras que Alfons aguantó con entereza. Una vez más me sustituyó, aparentemente no en tareas defensivas, pero me permitió continuar con los preparativos. Por cierto, también valoró con una nota muy alta la delicia traída de Ripollet, de la que ahora os hablaré.


Durante el proceso de preparación de la barbacoa, nos llegó un regalo caído del cielo. Al parecer un miembro del staff técnico del primer equipo, que además tiene parada en el "Mercat de Ripollet", dijo que traería unos callos como los que ofrecen en su parada, no faltó a su palabra y apareció con ellos a primera hora de la mañana.
Para dar cuenta de los callosFaltaba pan, así que mientras Sidret calentaba la perola, fui a buscar dos barras a una panadería que hay un poco más arriba. Salí en contraataque, a gran velocidad, para llegar veloz al horno (según cuentan, hacía muchos años que no me veían correr así), allí compré dos barras rústicas. De regreso el camino hacía bajada, por lo que la velocidad aumentó por culpa del olor que salía de los jardines del polideportivo, al llegar al semáforo, saltó la luz del rádar que certificó que corría más rápido que el Maclaren de Fernando Alonso. En menos de 20 segundos había cortado el pan. Tenedorcitos de Amadeu, platitos de diseño y espectación por una explosión de los sentidos. Alguno decía que picaban demasiado, otros como yo, que picaban poco, pero eso no era lo importante. La esencia estaba en el detalle y en la calidad. La salsita empequeñeció los panes, faltó alguien para multiplicarlos. Llevábamos un buen rato bajo un sol increíble, así que ese manjar nos sentó de maravilla. Para entonces las cervezas ya estaban lo suficientemente atemperadas para disfrutar cada sorbo. La combinación pareció un doble cruce de la primera línea para terminar en gol una "tres con".

Después de los Callos vino "el tastet d'oli de Bovera". Todo el mundo sabe las maravillas que cuento del aceite de Bovera. "Or del Terme". En "Les Claus de Sant Pere" gastamos este aceite en nuestros mejores platos. Como  nota de interés, remarcaré que el aceite de la cooperativa fue galardonado recientemente,a sí pues, teníamos la posibilidad de degustar una maravilla para embriagar al paladar. Se formó una cola que transitó rápido. Se trataba de coger un trocito de pan, bañarlo en aceite para después olfatearlo y saborearlo. Como elemento añadido teníamos unas aceitunas arbequinas, cosecha del 2015. (Esta pasada campaña no pudimos ir a recoger las aceitunas de nuestras fincas en Bovera). El Tastet fue un éxito.






Ahora estábamos listos para disfrutar del día, de la compañía con un ambiente maravillos. Era la Calçotada 2017.













La Calçotada fue un éxito. Sidret trajo "el seu porronet amb Syrah". A algunos les faltó el café, ya sabéis el bar del Pabellón estaba cerrado. Enrique trajo Citadelle que se combinó fantásticamente bien con la tónica. No faltó ni el baile ni el buen rollo. Empezaba a caer la tarde, cuando los invitados empezaron a repatriarse a sus casas. El sol dijo que ya nos había acompañado bastante y que era mejor dejar paso a la luna. Una recogida selectiva me hizo llevar los restos orgánicos para ser correctamente procesados por los animales de la casa de mi madre, de este modo se cerró el círculo del C.H. Sant Fost.

 

P.D. Si no pudiste venir a esta calçotada, por favor, no te pierdas la próxima. Aunque seguramente tendrás que esperar un año.

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