martes, 1 de octubre de 2013

Crónica del Senior en el "Memorial Julio Murciano"

Crónica del partido del "Memorial Julio Murciano".
28 de Septiembre, Memorial Julio Murciano.
El pasado sábado Sant Fost celebraba la ineludible cita anual con la pretemporada de Balonmano. Todos y cada uno de los equipos de las diferentes secciones que tiene el club tenían sus partidos, de manera que tendríamos ocasión para disfrutar de un buen balonmano y ver la salud deportiva de nuestros equipos.
Ese fin de semana yo tenía la obligación de ir recolectar almendras, así que cuando me llamaron para participar en el torneo.... "vi la luz", estaba a punto de eludir la cita con las "borrasses", "la porra", "los sacos", "las almendras marcona o las llarguetes", "los insectos", en fin, un fin de semana idílico!. Sin embargo, ahí estaba yo, junto al controlador del marcador, controlando el micro para presentar al "equipo senior ", dirigido por Julio López Laorden, en sociedad.
Para éste encuentro habían contactado con el segunda catalana del Sant Martí-Adrianenc, todo un hueso, un equipo joven y correoso, que serviría como test estimativo para evaluar la salud deportiva del equipo insignia de la entidad.
Colegiados de lujo; el público asistente deseoso de asistir a un partido de nivel, después del parón estival; las autoridades habían confirmado su asistencia, y sobretodo la señora Carmen García (lucía un aspecto espléndido para la ocasión), viuda de Julio Murciano, estaban dispuestos para presidir el partido, que se inició tras las presentaciones, tarea simplificada gracias al nuevo equipo YAMAHA, que ayudaría a amenizar la tarde-noche del sábado.
Los jugadores lucían la nueva equipación con la que se da un cambio radical (suponemos que temporal) a los colores típicos de la entidad, no obstante, el aspecto de nuestros aguerridos jugadores era inmejorable, el rojo intenso, combinado con el negro del pantalón aumenta la sensación de grandeza de los jugadores, otorgándoles un aspecto más varonil sin descuidar la velocidad, como permitiendo movimientos imposibles.
Con el público expectante si dio inicio al encuentro, dando sus primeros pasos de manera brillante, con cinco minutos de ensueño, donde a nivel defensivo se realizó un trabajo perfecto, sin encajar ni un solo gol, mientras que a nivel ofensivo se rozaba la perfección consiguiendo un 5-0, que significó la primera señal de alarma para el equipo visitante.
Los muchachos de Julio eran partes de un engranaje totalmente engrasado. Las acciones defensivas provocaban el contragolpe, finalizado la mayoría de veces por Adrià, veloz como una flecha, a la caza de los balones enviados por Juan, el portero elegido por el míster para los primeros minutos de partido.
El virtud defensiva más evidente que mostró el equipo quizás fue la comunicación, ya que los jugadores hablaban entre ellos, notificando las transformaciones de los jugadores exteriores del Sant Martí-Adrianenc, o realizando bien los cambios cuando las primeras líneas del equipo visitante realizaba cruces buscando una acción rápida, o bien intentando el pase al pivote, o realizando el lanzamiento en suspensión, que unas veces encontraba los brazos atentos de los defensores, sobretodo los de Carlos, o paradas imposibles de Juanito. La tónica se mantuvo durante otras fases de la primera mitad; ya no era sólo el contragolpe, con cualquier acción que se probaba se obtenían resultados satisfactorios, si añadimos que el guardameta contrario vio la tarjeta roja por acción defensiva peligrosa ante el claro contragolpe perseguido por Adriá, durante unos minutos todos estuvieron pendientes del extremo, ya que el golpe fue muy aparatoso. Esta expulsión obligó a los visitantes a improvisar un portero, pero lo que en principio parecía la estocada definitiva para matar el partido, se volvió en contra. al principio prácticamente todo entraba, lanzamientos de la primera línea, de los extremos, o desde los 6 o 7 metros. Sin embargo, esta aparente facilidad anotadora relajó la defensa, de manera que las acciones del equipo visitante empezaron a ser más claras, conexión a pivote, desdoblamientos, lanzamientos exteriores, parecía que todo les empezaba a funcionar. A gol del Sant Fost, le sucedía gol del Sant Martí, pero la situación empezó a cambiar cuando claras acciones de contra-golpe, o lanzamientos francos se estrellaban contra la madera, o bien el portero de manera imposible detenía el balón, o simplemente se lanzaba el balón fuera; a ésta fase de falta de gol le hemos de sumar la faceta de pérdidas de balón, no obstante, la renta que lucía el electrónico era lo suficientemente tranquilizadora como para permitir una cierta relajación. El luminoso mostraba una renta de 5 goles al término de los primeros treinta minutos, demasiado premio para el equipo visitante que despertó en los últimos parciales de la primera mitad, que coincidió con el cambio de portero, pero para nada podemos señalar al guardameta como culpable, ya que éste realizó acciones de mérito, acciones sin embargo que daban una segunda e incluso tercera opción a los visitantes.
El descanso serviría para analizar lo acaecido para continuar con la mejora en el juego y corregir los errores para afrontar la segunda parte. Las rotaciones eran evidentes, era un día para disfrutarlo y el marcador ayudaba. Todos nuestros muchachos tuvieron sus minutos, incluso sus opciones; el inicio de la segunda mitad se asemejó al del partido, ya que un parcial de 3-0 ayudaba a disfrutar del luminoso, el público ya se imaginaba al su capitán "Iván" levantando el trofeo, pero unas decisiones arbitrales, o la ausencia de ella, marcaron el inicio de una nueva etapa de despropósitos. Los contragolpes ya no finalizaban en gol, además empezamos a encadenar exclusiones, algunas de ellas por comentar las decisiones arbitrales. Algunos de nuestros jugadores empezaron a obsesionarse con el juego, con las decisiones arbitrales y olvidaron que el balonmano es un juego colectivo, convergiendo en quince minutos aciagos en los que de un claro 23-16, se pasó a un inquietante 25-24 que espoloneó al equipo de la segunda catalana que se veía capaz de remontar un partido que jamás en la vida podía haber ganado, ni por juego, ni por experiencia, ni por calidad, pero estaban a un paso de conseguir el milagro. Quizás fue éste hecho el que marcó la reacción definitiva de los nuestros que volvieron a tirar de casta, de fuerza, recuperando el juego colectivo para volver a distanciarse en el luminoso. Los despistes defensivos se aparcaron. Los mismos jugadores que durante unos minutos orbitaron por la pista, volvían a la tensión que pide el técnico volviendo a bloquear los lanzamientos de la primera línea, anticipándose a los contrarios favoreciendo el contragolpe que había recobrado la efectividad dejando una victoria justa y ajustada por 31-29.
Destacaría la eficacia goleadora de la primera mitad y la ineficacia más absoluta durante una buena porción de tiempo, pero destacaría la frialdad con la que los jugadores afrontaron esta sequía goleadora. Tenemos un joven equipo (Iván, Enric y Safa incluidos) que promete.
La valoración es positiva, aunque estamos a principios de temporada y podemos y debemos mejorar en todas las facetas.
A valorar positivamente al joven Adriá (7), la veteranía y fuerza de Carlos (3), la buena colocación de Juanito, las ganas de Oriol Gallardo, o la calidad de Lluis, pero no me gustaría ser injusto con el resto, porque todos aportaron al equipo, unos con eficacia goleadora (Iván 4, Oriol Corts1, Xavi Safont 1, Francesc Safont 1), otros con robustez defensiva (Lluis 4, Xabo, Carlos Pino), y otros aportando calidad y vistosidad en el juego (Joan Llombart, Jaume Gené 3, Safa 2, o Oriol Gallardo 5).
En cuanto a la portería tan sólo podemos decir que posiblemente tengamos a los mejores porteros de la categoría, lo que nos da la tranquilidad de sentirnos seguros, como muestra son los porcentajes que mostraron los tres guardametas.
Juan con 9 goles y 8 paradas (47,06%); Enric 9 goles y 5 paradas (35,71%); Oriol 11 goles, 6 paradas (35,29%).
La presente temporada es clave para marcar el futuro del club. Quizás sea la temporada más difícil de la historia de la 1ª catalana, así que os deseamos mucha suerte para afrontar un año difícil, pero que con la experiencia de su técnico, aventuro un buen año, así que: "1-2-3-Sant Fost".

La entrega de premios finalizó con la entrega de un ramo de flores a la viuda de Julio Murciano, bonito gesto del club como muestra de agradecimiento al esfuerzo y entrega desinteresada del hombre al que se le dedica esta jornada que año tras año gana fuerza. Las autoridades locales no quisieron perderse el espectáculo y colaboraron en el acto final con el que concluyó la jornada.
Por cierto, al final no me libré de ir a recoger almendras, y como no las he podido recoger todas, el próximo fin de semana estoy preparando una expedición a "Les Garrigues" para finalizar esta tarea que se me ha encomendado, por cierto, todavía hay sitio por si alguien se quiere apuntar!. Ya sabéis como contactar conmigo si queréis acompañarnos, eso sí, prometo diversión.

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