lunes, 9 de marzo de 2015

Vuelve el Balonmano femenino a Sant Fost......... victoria del infantil en las fiestas del Club, calçotada incluida.

Han pasado bastantes días desde que se disputó el partido, pero valía la pena rememorar la hazaña con una crónica que intentará narrar, lo más veraz posible, lo acaecido aquel día sobre la pista del pabellón del Sant Fost.

 Aquella mañana empezó algo nublada, no era preocupante, los partes meteorológicos daban buen tiempo, de manera que disfrutaríamos de una jornada festiva con ambiente primaveral, un domingo diferente donde se realizaría la presentación de todos los equipos del club, así como la preparación de la calçotada, acompañada de buenas butifarras de Can Magret.
Pero la sorpresa que nadie esperaba era el encuentro de balonmano a 7, categoría femenina, estilo clásico, entre las infantiles dirigidas por Xavi Moltó y Francesc Safont, contra el equipo Senior femenino dirigido por Rubén García y Sergio Palanco.
Como nota preliminar diré que no hay mejor que el balonmano femenino para aprender estrategias, es típica la del despiste, me he olvidado la sal, y mientras una va a buscarla te cuelan algo por ahí, o el "no me esperéis despiertos". En esta ocasión se trataba de balonmano del bueno. El trabajo colectivo contra las acciones individuales, las jugadas trenzadas contra la improvisación y adaptación.
El equipo senior presentaba a Marta en la portería, confesó al término del partido que se sentía como una juvenil, porque desde aquella categoría que no había vuelto a jugar hasta ser el fichaje estrella del equipo, Alicia Conchi,  Marisa, Maribel, Nuria, Mireia, Cristina, Mariona (supongo que Mariona es Marina, en caso contrario le pido disculpas a Mariona), Tere, Judith, Nuria Beltran, Silvia, Manoli y Angels, mientras que por el equipo infantil jugaron Miriam como portera en la primera mitad y Anna en la segunda, acompañadas de Gisela, Ainoa, Laura, Laia, María, Xenia, Mar, Aina, Julia, Sara y Clara que vino al partido pero no pudo jugar por lesión.
Deberían jugar más a menudo, juegan bien, muestran buenas maneras, pero por falta de entreno están un poco bajas de forma, pero eso es algo que de a poquito irán ganando, no obstante, la chicas del infantil hicieron gala de una tremenda velocidad, que a poco que ganen agilidad en el movimiento del balón tendrán muchos puntos a su favor.
Tras comprobar que los miembros de la junta se bastaban en los preparativos de la calçotada

 
 

 y tras volver a entrar en el pabellón, observé que se disputaba un precioso encuentro, el sistema de sonido no se había desmontado, así que decidí narrarlo en directo.
Tras escribir los nombres de las jugadoras me fue fácil identificarlas, pero la velocidad con la que jugaban añadida al retraso de la velocidad del sonido, hizo que el nombre de la poseedora del balón llegase cuando ésta ya se había desprendido de él, pese a estos errores, subsanables, creo que la locución fue divertida además de hacerla más entretenida, al menos el público así lo demostró.
Existían grandes diferencias entre el juego de unas y otras.
Las infantiles desplazaban el balón con más rapidez, provocaban más faltas, realizaban más penetraciones, circulaban mejor el balón, de hecho el marcador final mostraba una ajustada victoria que por lo mostrado sobre el parquet, debería haber sido mucho mayor, sin embargo delante tenías a unas astutas jugadoras que supieron sacar partido a sus actuaciones, su experiencia casi les sirve para ganar a la juventud y rapidez de las infantiles, sin embargo, el cansancio, las preocupaciones, y la falta de continuidad en el juego frustró sus aspiraciones, si bien es cierto que los dos equipos merecían la victoria, muy difícil de ver hoy en día.




Las chicas infantiles capitaneadas por Laia i Ainoa fustigaban la defensa contraria, Xenia realizaba movimientos de gata dentro de la defensa, movimientos de pivote (la posición más valorada en Sant Fost), avispada en los bloqueos, tan sólo le faltó coger alguno de los pases que le intentaron realizar, mientras que por fuera, el balón lo hacían llegar hasta Gisela que realizaba tareas de extremo, que gracias a los cambios tácticos inducidos por los técnicos Xavi y Francesc producía verdaderos quebraderos de cabeza en el equipo de las veteranas que en ocasiones recurrían a la fuerza para poder detener las incursiones infantiles de María, Mar, Sara, Aina, Laia, Ainoa, Julia, Gisela, i Laura, mientras siempre dentro del área, Xenia expectante presta a sacar petróleo, no contaban con Marina, sus potentes brazos, su entrega y sus ganas de ganar les dificultaría su trabajo. De hecho, la veteranía de algunas jugadoras era suficiente para intimidar a las infantiles que en ocasiones renunciaban a lanzamientos claros por la presencia de alguna veterana, teniendo en cuenta que bajo palos se encontrarían a Marta (su hijo corría ese mismo día una carrera y volvió a casa con trofeo...., así que orgullosa ella, realizó paradas de mérito, aunque en otras ocasiones, tocaba el balón, aunque no lo suficiente para desviar la trayectoria) que con movimientos felinos desempolvados de un baúl casi olvidado, mantuvo a las veteranas dentro del partido hasta los últimos momentos, aunque su trabajo fue positivo gracias a Marisa, Nuria y sobretodo Marina que no dudaban en recurrir al abrazo de la muerte para intentar salvaguardar la portería y la portera, estas chicas juntas se convertían en un muro casi infranqueable. Mientras que en ataque recurrían a acciones individuales, tanto Marina como Nuri, como Marisa, amenazaban lanzamiento, para luego realizar un cambio de trayectoria con el balón más o menos controlado, hacia portería contraria con rapidez con la mala e insana intención de marcar gol, de hecho la mayor parte de los goles vinieron de acciones así.
La falta de aire fue un problema gordo, como quedarse sin aceite a medio cocinar........

Con Judith en un extremo, Marina en el lateral, Nuri en el centro, Marisa, Silvia en el extremo acompañadas de la pivote y con un poco de aire todo mejoraría....... . Estaba claro que los cambios se sucederían, que permutarían las posiciones, lo que dificultaría mucho la narración, Cruces triples,, jugar con dos pivotes dos extremos circulando y la central transformando a doble digo quíntuple pivote. Quedaba claro que en algunas incursiones de trayectoria directa, no finalizaban en gol debido a la polivalencia de algunas que seguramente tenían la mente en otro lugar y casi seguro que a otra hora, puede que el numeroso público que animaba desde las gradas influyese en su juego, quizás destacaría la fuerza de Marina, que no hizo más por el temor de dañar a las frágiles jugadoras infantiles, o la picardía de Marisa, que los huevos se le dan fatal, pero las tortillas, uff!, las tortillas le salen de bandera. Pero Miriam se lució en la primera parte, que gracias a sus paradas hizo que las infantiles fueran con ventaja al descanso, dejando el tramo final a Anna, que también estuvo muy acertada, de hecho no hay ninguna jugadora que no haya merecido un comentario positivo, vamos Judith era capaz de atajar un pase con los ojos cerrados, Silvia era capaz de jugar de espaldas a la portería en balonmano futurista, Manoli jugó poco pero lo hizo con criterio, ¨Conchi salió en contados minutos pero desfiló como en una pasarela, vamos que lo mejor fue al final, cuando después de la ducha, tomando unas cervezas, se confesaron en voz alta, rieron sin parar, y lo pasaron en grande, mientras que las ganadoras, auguran un prometedor futuro al balonmano femenino de Sant Fost. Vamos, que había leonas y guerreras para detener al mundo.





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