viernes, 22 de abril de 2022

El Dragón dorado

Hacía poco tiempo que se habían inaugurado las nuevas dependencias de la policía cuando llegaron los ultimos efectivos con los que, de momento, se completaba la plantilla. Las autoridades, los vecinos, y las empresas, bancos incluidos, estaban orgullosos del servicio ofrecido por el cuerpo. La sala de espera del flamante edificio , el nuevo mostrador, la perfecta iluminación de la sala, los elementos tecnológicos, incluidos ordenadores de última generación, impresoras 3D, cámaras fotográficas de altísima resolución, en fin el equipamiento necesario y requerido para el moderno cuerpo de policía. Todos los agentes recordaban cómo fue la inauguración, los discursos (se agradeció la brevedad) de las autoridades y de los descendientes de los primeros agentes del cuerpo. Ahora sí estarían dispuestos a resolver los crímenes acaecidos en el pueblo. Era todavía 23 de abril cuando uno de los recién incorporados a la plantilla atendió una llamada telefónica. Una mujer se autoinculpaba de haber matado a su prometido. "No toque nada, en seguida llegará un coche patrulla, deme sus datos, nombre y dirección....". Efevtivamente, en menos de 5 minutos ya había llegado el vehiculo que estaba de guardia aquella noche. Al entrar anotaron y documentaron todos y cada uno de los detalles encontrados con exhaustivo rigor. La joven que había alertado del suceso estaba sentada en una silla en la mesa del salón, junto al cuerpo inerte y ensangrentado del joven. ¿puede explicarnos que ha ocurrido? (Preguntó uno de los agentes). El que está ahí es mi novio, se llama Jorge. Se mudó aquí dos semanas antes de iniciarse el puto confinamiento, teníamos planes para irnos a vivir a otro apartamento mayor. Era encantador, pero este encierro tan agobiante empezó a afectar nuestra relación, si le digo la verdad, ni tan siquiera sé porqué lo he matado. Ha sido fruto de una pelea absurda, vamos, ni nos ha dado tiempo a discutir. Era la primera vez que reñíamos y está claro que tengo mal perder, es algo que desconocía de mí misma......; la joven dejó de mirar al suelo para dirigir la mirada a la puerta de entrada, y prosiguió con el relato... -Hoy me dibujó una rosa (extendió el brazo para mostrar un papel sin apartar la mirada de la puerta), miren, y me dijo que hoy nos olvidaríamos de tener que cocinar que le apetecía probar algo diferente, así que llamó a un restaurante chino de comida a domicilio: "The golden dragon"....., pero el muy imbecil pidió comida japonesa. Eso me dejó en shock, cómo podía ser tan tonto como para pedirle sushi a un chino. Era la primera vez que no teniamos nada que decirnos, mi mente empezó a trabajar lanzando teorías e hipótesis sobre Jorge. Él estaba dispuesto a celebrar una noche especial habiendo regalado el dibujo mal hecho de una rosa y pidiendo nigiris y sashimis a un restaurant de comida china...... Una de las teorías con la que se empezó a agobiar fue que al muchacho no le gustaba lo auténtico, que se conformaba con imitaciones baratas o con artículos de escasa calidad, como el dibujo de una rosa mal pintada, o una versión económica de su comida favorita..... fue cuando pensó "entonces, Yo qué soy!. Se sintió maltratada, humillada.... esperaría a ver si lo que habían pedido era de su agrado, o por el contrario era la burda copia de un original.... No tardó en sonar el timbre. Un joven oriental de tez morena y con mascarilla puesta les entregó la bolsa que contenía la comida, unas cajitas de plástico, otras de cartón, unas servilletas y unos palitos de madera. El importe a pagar eran 36,30 € y le dimos 2 billetes de 20, "quédate con el cambio". El joven agradeció el gesto y les entregó una hoja con más ofertas de comida a domicilio. La más llamativa era la de las pizzas. "Ofrecemos la auténtica pizza italiana y le regañamos el lambrusco"..... -No saben ustedes lo malo que estaba el sushi. El arroz, .....pastoso y avinagrado, mal envuelto en alga nori, un salmón pestilente, demasiados trocitos de tortilla frita con aceite de palma, jengibre mal cortado y un wasabi demasiado seco prendieron la mecha de una discusión que terminó con los palitos de madera clavados en la sien del joven.... Estocadas perfectas para terminar la velada con un sacrificio humano..... Uno de los agentes, el que había estado tomando todas las notas pensó.... "Vaya una manera de celebrar Sant Jordi. Esta vez la culpa fue del Dragón".....

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